domingo, 21 de mayo de 2017

La vuelta 15

MotoGP en el circuito de las Américas (Austin, TX)



Participantes: César Galicia Vélez (Harley Davidson Street 750), Augusto Galicia López (Suzuki GSX-S750)

Antecedentes.

Desde el 2013, con la adquisición de mi primera moto, me volví asiduo observador de las carreras de motos, especialmente de la MotoGP (la máxima categoría del motociclismo de velocidad en el mundo). Esta competencia sólo tiene dos fechas en América, una en Argentina (muy lejos para hacer el viaje) y la capital del estado de Texas en USA; esta última queda al alcance de quien se anime a hacer el viaje de, aproximadamente, 3600 km, por supuesto que hablo de un viaje en moto.

Al principio la idea suena un poco "rara" pues implica no sólo la distancia (que no es poca) sino el cruce a los USA, donde me había hecho la idea que el manejo puede ser difícil para alguien como yo. No obstante, a finales del 2016, mi hijo menor, César, se había contagiado de mi entusiasmo y empezamos a vislumbrar la posibilidad de asistir a dicha competencia en la temporada 2017.

No bien empezó el año en curso y empezamos los preparativos: definición de la ruta, plan de mantenimiento a las motos (Harley Street 750 y Suzuki GSX S750), preparación de documentación (personal y de las motos, así como de cualquier otro documento que facilitara nuestro ingreso al vecino país), reservación de hoteles, compra de boletos para el evento.

Al final de estas actividades, establecimos el jueves 21 de abril como fecha de partida, desde el sur de la CdMX.

Primera etapa: Puebla - CdMX

Salí un poco demorado para la reunión con mi hijo César, en su domicilio en Coyoacán. Aproximadamente a las 20:30 del miércoles 20 de abril. Primeros kilómetros sobre el periférico ecológico y la autopista Mexico - Puebla, prácticamente sin novedad, salvo los relámpagos por el rumbo de Tlaxcala y el parpadeo del indicador de gasolina por lo que paro en la gasolinera próxima al arco de seguridad y aprovecho para ponerme el impermeable y los guantes de lluvia para cubrir cualquier eventualidad. Pareció una buena decisión, pues el trayecto se hizo más cómodo. La entrada a la ciudad de México sin el tránsito característico, así que tomo la calzada Ermita - Iztapalapa para llegar al periférico. Recién entro al periférico, me detengo en un semáforo  y se me empareja una moto (posiblemente una pulsar) con dos ocupantes, el conductor con un casco verde decorado con dientes (simulando fauces), quienes se me quedan viendo y me dan mala espina, tan pronto se reinicia la marcha, me rebasa otra moto (aparentemente una 600) con otros dos ocupantes casi idénticos a los primeros, incluyendo el casco con dientes del conductor, sólo que este de color naranja; quienes se hacen señas y voltean a verme, siguen dándome mala espina.
En el siguiente semáforo, una de las motos aparece en una calle transversal y aparentemente empieza a seguirme, sólo que el tráfico empieza a fluir y puedo avanzar más rápido, sin dejar de vigilar por los espejos. Trato de sacarle distancia a la moto que avisté en el último semáforo y sin darme cuenta caigo en dos baches (tremendos hoyos), casi sucesivamente, pero aparentemente nadie me sigue. Paso por los viveros de Xochimilco y me salgo en la avenida Canal Nacional, y al dar vuelta en la calzada del hueso vuelvo a ver a las dos motos, sólo que afortunadamente, he llegado a la entrada del edificio de mi destino y estoy charlando con el vigilante para que me permita la entrada, por lo que sólo veo como pasan de largo sin que dejen de observarme. Accedo al estacionamiento del edificio y quedo con la impresión de que me he salvado de un asalto.

Segunda etapa: CdMX - Monterrey

Salimos a las 6:30, con la consabida parada para cargar combustible y entramos al periférico a la altura de Cuemanco con un tráfico intenso pero que va fluyendo. Conforme avanzamos el tráfico se va haciendo lento y a la altura de Tacubaya ya empieza a tener algunas detenciones, momentáneas que se van espaciando mientras nos movemos hacia el norte. Después de las torres de satélite ya vamos avanzando con cierta rapidez para enfilar hacia la caseta de Tepozotlán, donde el tag de peaje muestra su eficacia pues pasamos con mucha comodidad, de allí en adelante, el paso por las casetas deja de ser un lento ritual y se vuelve un movimiento ágil que no detiene la rodada. Como sea, estamos ante la primera hora de camino y la autopista 57D se abre ante nosotros para que la rodemos sin demoras.





Nuestra primera parada de abastecimiento la hacemos en el Parador San Pedro, donde después de desayunar abordamos las monturas para enfilar hacia Monterrey vía San Luis Potosí y Matehuala. Un tramo francamente aburrido, por lo recto del camino, pero que vamos rodando sin contratiempos. La única emoción del camino fue la que proporcionaron los vientos cruzados en el tramo San Antonio de las Alazanas - Monterrey; donde, además, las pocas curvas del camino parecen un poco más difíciles de lo normal, precisamente por la condición climática referida y el tránsito pesado.
Arribamos al área de la Sultana del Norte, y enfilamos sin tardanza hacia la salida a Nuevo Laredo por el nuevo periférico de cuota 100D, y llegamos sin problemas al hotel reservado previamente, con la novedad de que, simultáneamente, arriba el amigo Miguel Angel Mireles (VamosaRodar.mx) quien se presenta indicando que nuestro amigo mutuo, Mario Pérez (Guardián del Topo) llegará un poco después pues se está desplazando desde la zona centro de la ciudad hacia el punto de reunión.
Aprovechamos la demora del Guardián para registrarnos y subir equipajes, y esperamos a Mario, quien después de unos minutos llega en su Honda Invicta y, por supuesto, con su inseparable cámara fotográfica. Nos saludamos cordialmente y el recién llegado empieza tomando fotos para pasar a la cena, que resulta ser de celebración porque el Guardián cumple años, así que nos trasladamos al restaurante de junto, para charlar, cenar y celebrar a nuestro amigo, el muy conocido para VamosARodar.mx, Mario Pérez, el Guardián del Topo.
Como era de esperarse, la charla transcurre amigablemente con las motos y rodadas, por la tierra (o por la sierra) como tema principal. No faltan los comentarios de ambos para nuestro cruce fronterizo, lo cual se agradece y se registra en nuestras memorias para el momento oportuno.




Tercera etapa: Monterrey - Austin

A las 6:30 de la mañana bajamos al lobby del hotel para aprovechar el desayuno continental, con la agradable sorpresa que se ofrecían hasta chilaquiles con huevo ademas del clásico pan tostado y cereal, habitual en este tipo de establecimientos. Esto motivó que a las 7:30 empezáramos a rodar rumbo a Nuevo Laredo, llevando en mente las recomendaciones del Guardián y de Miguel Ángel de no cruzar por el centro, sino darle la vuelta a la ciudad por el libramiento oriente directamente al puente II, con la consigna de avanzar entre autos para aprovechar nuestra condición de moteros.



Como nos lo habían advertido nuestros amigos regios, el tránsito hacia Nuevo Laredo es mayormente de transportes pesados, pero el viaje transcurre sin contratiempos hasta que encontramos las filas de autos que están cruzando el puente II. Haciendo eco a la recomendación, empezamos a buscar avanzar entre autos, pero los espacios son pequeños, por lo que empezamos a tener detenciones; en una de ellas, nos alcanza un señor que viaja en una motoneta 400 cc quien nos saluda y nos advierte que si seguimos avanzando de esa manera, tardaremos mucho en cruzar, por lo que nos dice: “síganme para que puedan avanzar un poco más rápido”. Empezamos a seguirlo y de repente nos vemos en el carril contrario avanzando en aparente falta a los reglamentos de tránsito. Entre el sentido contrario y el avance entre autos, llegamos muy pronto al pago del puente, del lado mexicano, y a las posiciones de revisión de documentos del lado estadounidense, ahí el hombre de la motoneta se interpone entre un auto que hace fila y nosotros para que podamos pasar a la revisión antes que los autos, quienes sin chistar nos ceden el paso. La revisión de documentos me hace pensar en lo que he leído sobre la “dureza” de los oficiales aduaneros con los mexicanos y, Oh sorpresa, el oficial de turno sólo nos pregunta a donde vamos, revisa nuestros documentos y nos franquea el paso hacia el vecino país. ¿Así de fácil? … pues eso parece, en los siguientes 50 o 100 metros ya estamos en una estación de gasolina rellenando tanques.





Nos adentramos 30 millas, por la interestatal 35 y encontramos una revisión de documentos y el oficial nos pide el permiso de internación que, tanto el Guardián como Miguel nos dijeron que teníamos que tramitar en el puente II y que olvidamos, por lo que nos hace esperar por otro oficial quien nos regresa por un camino privado hacia Laredo para que obtengamos el permiso correspondiente. Ni modo a hacer el trámite. Llegamos al puente II y después de casi dos horas de fila, por fin obtenemos el permiso de internación sin ninguna dificultad, aunque con el pago de seis dólares.
De nuevo rodamos hacia el Norte, pero ahora el paso por la revisión de la milla 30 no ofrece ningún problema (de hecho el oficial ni siquiera revisa el permiso) y, por fin vamos hacia Austin, por la citada interestatal 35.
Los límites de velocidad en la 35 son 50 mínima, 60, 65 y 75 mph, por lo que podemos avanzar con cierta rapidez y observamos que muchos autos y camiones circulan por encima (a veces mucho) de los límites marcados, pero mantenemos la prudencia y manejamos siempre dentro de los límites marcados.
Aunque he comentado que el manejar por una autopista es aburrido, tal vez por la novedad o por la tensión de estar en USA, el camino fue muy entretenido. El paso por San Antonio fue toda una experiencia visual con el aspecto inconfundible de las modernas ciudades de E.U. incluyendo una torre con mirador en lo alto parecida a la famosa torre de Seattle (space needle). Un poco después de pasar San Antonio, tuvimos la única experiencia desagradable del viaje; circulábamos por el carril central, entre un tráfico intenso, cuando de pronto, por el carril de la izquierda nos rebasó un camioneta tipo SUV desde cuyo interior asomaba por una ventanilla un trasero femenino desnudo que se mantuvo por espacio de, algo así como medio minuto, al instante recordé que esa conducta indica desprecio y es una de las formas que los güeros tienen para insultar a alguien (recuerden las conductas de Bart Simpson en la famosa serie televisiva), y lo que imaginé  es que los ocupantes del vehículo identificaron nuestras placas y nos daban la “bienvenida” a USA. Tratando de hacer caso omiso de esa tontería, continuamos rodando hacia nuestro destino.
Debido a la demora que tuvimos en Laredo, empezó a anochecer y seguíamos en el camino. En la salida 220, decidí salir de la autopista para verificar nuestra posición y confirmar, con César, que la salida a nuestro destino era la 230, por lo que reingresamos a la 35, prácticamente con la noche encima. La llegada al hotel, en la lateral de la interestatal 35, pero en el sentido N - S, no presentó ninguna problema, por lo que aproximadamente a las 8:40 estábamos debidamente instalados en una habitación de hotel, dispuestos a salir para buscar algo de cenar.


Cuarta etapa: MotoGP

Día de prácticas (Q1y Q2 para MotoGP).
Tan pronto consideré que estaba listo, salí para revisar las motos, con la sorpresa de que estaba lloviznando y las motos llenas de agua por la pertinaz llovizna que cayó durante la madrugada y el clima ligeramente frío.




A pesar de la llovizna, limpié las motos y nos dispusimos a afrontar el desayuno continental del hotel, el cual resultó suficiente para decidir nuestro traslado al Circuito de las Américas (COTA, por sus siglas en inglés); así que salimos por la vía sin cuota que nos sugirió el Maps y en unos 15 o 20 minutos, estábamos entrando al estacionamiento B, listos para el segundo día de prácticas de las tres categorías con calificación para definir las parrillas de salida del día de competencias.



El estruendo de las motos que están en la pista se hace presente desde antes de entrar a las instalaciones y e asombra que no son las motos de MotoGP, sino las de Moto3 las causantes, no sólo de el sonido sino de la velocidad asombrosa de estas pequeñas pero poderosas máquinas.
Al asomarnos a la pista desde las gradas, podemos observar la panorámica de las magníficas instalaciones, adornadas por los corredores de Moto3 que hacen su primera práctica del día.

La magnífica impresión de las máquinas de Moto3, es un preámbulo para las categorías superiores, las que confirman el impacto presencial del evento.











Vaya que es un espectáculo del más alto nivel, cuando aparecen las motos de la MotoGP, el sonido impresionante de los bólidos cuando aceleran de la curva 15 a la 16, sólo es superado por la vista de los pilotos al tratar de reconocerlos, y empiezan a pasar los famosos … Márquez, Pedrosa, Rossi, Viñales, … identificables por su número. La sensación de caída cuando entran a la curva 16 acelerando desde unos 60 kph a casi 200 (supongo) …  ¡Inenarrable! Todo acompañado de las expresiones y gritos de los aficionados que estamos presenciando las prácticas y atentos a la información del enorme tablero que indica las posiciones que se van alcanzando en las Q1 y Q2.
Como cierre de la jornada presenciamos la primera carrera de SuperSport de la temporada 2017 de MotoAmerica, emocionantes, sin duda. Nos quedamos sin ver la carrera 1 de SuperBike (también primera fecha de la temporada) de la misma organización.

Por la tarde nos vamos a comer a un restaurante de comida Texana, donde las carnes resultan una verdadera delicia, aunque el precio es un poco alto, comparado con los restaurantes similares en Puebla; por cierto que en este lugar coincidimos con el equipo SIC Racing Team comandado por Paolo Simoncelli, padre del finado estrella de MotoGP Marco Simoncelli.

¡Vaya día! … Superó mis expectativas.

Día de Competencias.

Los estacionamientos se abrieron desde las 6:30 de la mañana para que se tuviera tiempo de presenciar los calentamientos de Moto3, desde las 8:40 y alistarse para las competencias desde las 11:00; Moto3, Moto2 y MotoGP a las 14:00 (al final de la jornada, 15:45, se programó la carrera 2 de Supebike de MotoAmerica, que ya no consideramos para iniciar el regreso a casa el mismo día).
Antes de el traslado al COTA, empacamos y desayunamos, lo que retrasó un poco nuestro arribo al circuito. Llegamos aproximadamente a las 8:40 (empezamos a oír el rugir de las Moto3) y encontramos llenos los estacionamientos de motos, así que, atendiendo las indicaciones del personal del COTA, nos acodamos (con decenas de bikers en las mismas condiciones) en la calle aledaña al estacionamiento B, aseguramos nuestras mochilas a las motos y nos dirigimos a las gradas de la, para mi, famosa curva 15, listo para presenciar los calentamientos, primero y las competencias después.
Después de los calentamientos (warm up) hay un desfile de pilotos en coches descubiertos y a la hora señalada, empieza la competencia de Moto3. Apenas transcurre la primera vuelta y hay una caída después de la curva 14, y el piloto parece lastimado y se detienen las acciones por unos 15 a 20 minutos. Se reanuda la carrera, pero se recorta a 12 vueltas; la competencia resulta emocionante con buena lucha entre los líderes que van pasando por nuestra grada acelerando sus máquinas para no quedar fuera de la lucha. El mexicano Gabriel Martínez Ábrego va en último lugar haciendo un papel discreto, supongo que su meta es terminar la carrera. Por mi parte trato de seguir a la única mujer de la competencia, la española María Herrera, quien corre para el AGR Racing Team (Es compañera de equipo de Yoni Hernández de Moto2) con una KTM y va muy por delante de nuestro paisano. En algunas vueltas pasa Gabriel en penúltimo lugar y luce fuerte, empieza a sacar ventaja de quien corre en último lugar, pero al final termina en último sitio, muy lejos del ganador Romano Fenati. Sin duda una buena experiencia para el piloto mexicano del equipo MotoMex Racing Team, patrocinado por un conocido distribuidor de moto refacciones de Monterrey.



Son las 12:45 y la parrilla de Moto2 ya está lista para iniciar las hostilidades. Al igual que en Moto3, el colorido realza la competencia y los pilotos van en busca de la victoria con un Alex Márquez liderando durante la parte inicial de las 21 vueltas; sin embargo, en la octava vuelta se va de largo precisamente en la curva 15 y cae hasta el cuarto lugar dejando el liderato en Franco Morbidelli quien no desaprovecha y gana la competencia, dejando a Thomas Luthi en segundo lugar, después de una excitante carrera. El colombiano Yoni Hernández sufre una caída que lo deja fuera de la competencia, hasta ahora las cosas no van bien para Yoni.
Se acercan las 14:00 y la expectación en las gradas va en aumento, se acerca la esperada carrera de MotoGP.
Con la puntualidad que exige este tipo de eventos, la parrilla está lista a la hora indicada y se pagan el semáforo rojo y empieza lo que originó el viaje hasta la capital de Texas, la carrera de MotoGP en el COTA. Quienes vieron la carrera, recordarán que las posiciones iniciales fueron: Pedrosa en primer lugar seguido de Maverick Viñales y Marc Márquez, con un Valentino Rossi relegado al cuarto sitio; pero, la fortuna suele ser veleidosa y Viñales cae en un lance inesperado dejando a los que finalmente subirían al podio, pero no sin antes brindar un sinfín de emociones cuyo puntos notables fueron el rebase de Márquez a Pedrosa en la entrada de la vuelta 14 y la de Valentino a Pedrosa en … Como ya sabrán, los resultados favorecieron a un Rossi quien ahora es el líder general de torneo y ha generado muchas expectativas con respecto a un décimo campeonato.











Desgraciadamente, aún las buenas experiencias terminan, así que tan pronto terminó la carrera empezamos a retornar a la realidad del regreso a Puebla; por lo que dejamos el graderío (sin poder ver la carrera 2 del Supebike de MotoAmerica) para emprender el retorno.

Quinta etapa: COTA - Laredo

Aunque faltaba la carrera de Superbike, el movimiento de motos y autos que abandonaban los estacionamientos ya era intenso, pero no tuvimos ningún problema en dejar el COTA y encontrar la vía hacia la interestatal 35 para llegar a Laredo, que era nuestro objetivo de ese día.
Por recomendaciones de Maps, transitamos por carreteras secundarias (ya las quisiéramos como autopistas), las 183, 130, 21 hasta llegar a San Marcos donde sin problemas nos incorporamos a la buscada autopista (freeway) 35 para continuar hasta Laredo.



Otra vez, la llegada a Laredo sin problemas, dejando la 35 en la salida 3A, para después de una callecita transversal, llegar a nuestro hotel de destino, instalarnos y disfrutar una estupenda cena mexicana (lo poco que conocimos de Laredo nos hizo pensar en una ciudad de mexicanos) en el restaurante Palenque Grill.

Sexta Etapa: Laredo - Puebla

La mañana nos sorprendió cruzando el puente internacional a las 8:52 (ahora el pago fue de $3.5 US y entramos a México (Nuevo Laredo) sin que hubiera revisión por los aduaneros mexicanos. La primera calle de Nuevo Laredo después del puente internacional me recordó la sensación del cruce Guatemala a México en el 2013; pero lo importante es que y estábamos de vuelta en territorio nacional aunque todavía lejos de nuestro punto de origen: Puebla, Pue.
Atendiendo a las recomendaciones del Guardián y Miguel Ángel, no intentamos ir por el centro de Nuevo Laredo sino que rodamos por el libramiento hacia Monterrey.
Nada relevante en el paso por Monterrey o Matehuala o SLP o Querétaro (realmente rodamos por los libramientos), salvo las escalas para combustible y algunos alimentos (o baño) o bocadillos en algún Oxxo, hasta llegar al parador San Pedro (de San Juan del Río) para despedirnos porque César continuaba hacia la CdMX y yo le seguía hasta Puebla por el Arco Norte. Me pareció que en algún punto después de Tula, una cámara me infraccionó, pero mi camino hacia Puebla no tuvo contratiempos, salvo una pequeña lluvia un poco después de pasar por Pachuca y un embotellamiento a unos cuántos km de mi domicilio por un accidente de automóviles, después de lo cual estaba entrando a mi hogar casi a la medianoche, tras haber manejado más de 1000 km (Aprox. 1200) en una sola jornada de casi 14 horas.

Datos de viaje (kilometrajes del odómetro de la Suzuki GSX S750)
Kilometraje de inicio: 5928
Kilometraje final: 9347
Distancia aproximada: 3419
Distancia estimada por el Maps: 3270

Comentarios finales.
Aunque ya había visitado anteriormente los USA, durante el viaje de ida, tenía cierta inquietud acerca de las dificultades para ingresar con la moto, sobre todo en estos tiempos de Trump, pero lo que vi fue una enorme facilidad para ingresar (por supuesto que es indispensable llevar la documentación necesaria) y hasta puedo decir que los oficiales de la CBP (Custom & Border Protection, o algo así) fueron realmente amigables. Sin duda, me gustaría repetir la experiencia el próximo año.
Para quienes no somos muy asiduos a espectáculos, en vivo, de esta naturaleza resulta muy estimulante el sentir toda la emoción que brinda este tipo de competencias, ¡Altamente recomendables!
Por supuesto que debo agradecer muchas personas, primeramente a mi hijo César quien me acompañó en esta rodada y compartió todas las emociones vividas; a mi esposa y a mi hijo Augusto y su familia, quienes siempre me han animado a rodar y me acompañan en el pensamiento (y en Whats también), Al Guardián del Topo y Miguel Ángel quienes se dieron el tiempo de charlar y aconsejarnos a nuestro paso por Monterrey, también a Rodrigo Valdivia, quien me sugirió algunos tips para el cruce de la frontera,  y a quienes hayan llegado hasta este punto por su paciencia y disposición para leer estas líneas.

¿La próxima? Todavía no lo se, pero mientras lo defino … ¡Por donde se pueda si es en moto !