“ ... veo su moto accidentada en el canal central de la autopista y a él ...”
A raíz de una invitación, a través de FB, de Felipe López (Lobosmile) quien radica en Manzanillo, se empezó a madurar la idea de hacer una reunión en ese puerto del Pacífico, para fortalecer tanto el gusto por rodar, como la hermandad entre los integrantes de la motocomunidad. El amigo Alberto Barrera (Rexx) se encargó de armar el grupo en FB, en donde se fueron dando los pormenores del evento programado para el “puente” del 14 al 16 de marzo. En el transcurso de los días, con la confirmación de asistencia de Armin Langlé y Miguel Angel Sosa (The Gunman) y con la ruta por la costa de Rexx y el grupo de Chiautla (saliendo el 13 de marzo), tanto Armin, como The Gunman, anunciaron que salían de Toluca el 14 por la mañana, por lo que la rodada de Armin desde Oaxaca se haría el 13 de marzo, pasando por Puebla, donde me uniría para llegar a Toluca por la noche del mismo día.
La propuesta de la visita a Manzanillo. Muy ambiciosa para tan pocos días. |
Malos augurios.
El
día señalado empezó nublado con prónosticos de lluvia débil por la
tarde, tanto en Puebla, como por los lugares de paso hacia Toluca. Y las
13:40 ya estaba a la espera de Armin en el lugar señalado (una
gasolinera del periférico ecológico). Casi simultáneamente a mi llegada,
recibo un mensaje de Armin, indicando que tardará, aproximadamente, una
hora en llegar, por lo que decido ir a su encuentro, con tan mala
suerte, que para retornar en el periférico, en la entrada de "Las
Haras", me encuentro con una pendiente muy pronunciada y al querer dar
la vuelta en “U”, la Gladius queda detenida, la gravedad hace lo suyo, y
en el siguiente instante la veo en el suelo, con todo el dolor de mi
... tobillo, porque me cayó encima de la pierna izquierda alcanzando a
lastimarme, ahora estoy "completo" ... los dos tobillos lastimados. Poco
después, se detienen dos automovilistas quienes me auxilian para
levantar la moto y entre las preguntas por mi integridad física, vuelvo a
subirme para tratar de arrancarla y me vuelve a ganar la pendiente y la
moto cae por segunda vez ... ¡Malos augurios para una rodada que
todavía no empieza! ... Finalmente, logro estacionarla contra la
guarnición, los dos amables automovilistas (una mujer y un varón) se
despiden de mi, y después de un rato la arranco y ahora sí ya puedo
regresar al lugar de donde no debí haberme movido. El recuento de lo que
logré al ir a encontrar Armin fueron: la manija del clutch rota en el
extremo, el “avisador” del posapie roto, mi tobillo lastimado y mi
espinilla derecha raspada.
Primera parte Puebla - Toluca
Lamentándome,
por lo ocurrido y con el dolor e incipiente inflamación del tobillo
izquierdo y la molestia de la espinilla derecha raspada, mis
pensamientos están puestos en suspender mi participación en la rodada;
sin embargo, regreso a la gasolinera del encuentro y unos minutos
después llega Armin en su flamante Bajaj Avenger 220. Le comento lo
sucedido y decido continuar hasta Toluca y, allá, evaluar mi situación
personal a la mañana siguiente. Así las cosas, espero a Armin, no sin
antes observar a un taxista que intenta arrancar su unidad sin éxito, se
baja de su auto para empujar y así renqueando me apresto a ayudarle,
pero al ver que llego en su ayuda me pregunta: "¿Sabe arrancar el coche
con un empujón?"; al recibir mi respuesta afirmativa me pide que
arranque su unidad, lo que no presenta ninguna dificultad, y ya con la
unidad en marcha, me pide que le explique como se hace y al hacerlo me
sorprende haber encontrado al primer taxista que no sabe arrancar un
auto estándar con un empujón. Se lo comento a Armin y emprendemos el
camino a la gélida ciudad choricera.
El trayecto
hasta Huitzilac se da sin contratiempos, yo voy guiando y Armin me sigue
llevamos una velocidad crucero entre los 90 -100 km/h. En este pueblo
Morelense, famoso por el asesinato del Gral. Francisco Serrano
en los revueltos años del primer tercio del siglo XX, cargamos
combustible y nos abrigamos porque empieza a hacer frío. El paso por las
lagunas de Zempoala se da con una lluvia intensa pero de poca duración
que, es como un presagio de la humedad que va a caracterizar esta
salida. Entre las 19:30 y las 20:00, ya en Santiago Tianguistenco, nos
comunicamos con The Gunman, quien va a ser nuestro anfitrión en Toluca.
Al cabo de unos 30 minutos, llega el Gunman en su Kurazai Spartha 200 y
nos conduce, a petición mía, a una farmacia para que pueda proveerme de
alguna pomada contra la inflamación y el dolor, así como de algunas
vendas para evitar que tenga que abandonar la rodada. Después de una
buena hamburguesa de “El Viejo Oeste”, nos disponemos a descansar para
continuar el viaje al otro día (en mi caso existe la posibilidad de que
lo abandone, pues no sería buena idea que siguiera si el dolor del
tobillo y la inflamación no disminuyen, además de que mis habilidades de
conducción están mermadas, pues me cuesta trabajo y dolor hacer los
cambios de velocidad necesarios. Durante la noche empieza a llover
copiosamente y tengo que salir para meter mi mochila de diario donde va
mi computadora y al hacerlo me encuentro que mi maleta de ropa está
abierta y todo lo que hay dentro está mojado ... Ya decía que no había
buenos augurios.
Atlacomulco – Tecalitlán.
Después
de una noche en la que estuve “temblando como gato que acaban de
bañar” por el frío toluqueño, al ponerme las botas por la mañana del sábado, decidí continuar,
pues tenía movilidad aceptable en el tobillo izquierdo y el dolor e
inflamación ya habían disminuido. El sábado 14 empezó con una
llovizna ligera que se volvió un aguacero muy copioso conforme íbamos
avanzando hacia Atlacomulco, donde hicimos una escala para un café
caliente y pan. El cielo estaba completamente nublado y la lluvia no
cesaba; además, nuestro destino todavía estaba retirado. Supongo que en
este punto fue donde el Gunman decidió continuar con nosotros porque
hasta antes de salir de su casa, su idea era hacer la ruta por Querétaro
– Salamanca – La Piedad; mientras que nosotros haríamos la ruta por
autopista para minimizar el tiempo de recorrido.
El
tramo de autopista entre Atlacomulco y Maravatío estuvo lleno de agua y
por lo mismo hubo algunos accidentes que nos invitaban a extremar las
precauciones, aunque después de una escala en el correspondiente Oxxo y
el encuentro de unos moteros de Harley (quienes se dirigían a Cuitzeo,
según le comentaron a Armin), nos rebasa un motociclista saludándo con
el claxón y las luces, rodando rápido a pesar de las condiciones, tan
pronto pasa, acelero y rebaso a Armin y al Gunman; sólo que unos
kilómetros después veo su moto accidentada en el canal central de la autopista y a
él (un motociclista viejo, supongo que más o menos de mi edad) cruzando
el arroyo vehicular para pedir ayuda. Me detengo para tratar de auxiliar
y le pregunto “¿Cómo te encuentras? ... ¿Estás bien?” y me responde
afirmativamente, aunque su chamarra hecha jirones en el hombro, parecían
no corroborrar su dicho. Armin y Gunman se detienen y entre todos
tratamos de levantar la pesada BMW K1600, que luce muy dañada (eso sí, con una placa que lo identifica como miembro de IBA,
es decir no es un novato), En eso estamos cuando aparecen por el carril
contrario unos rescatistas de la autopista quienes solamente hacen
preguntas pero no se animan a ayudar a levantar el pesado vehículo (un
poco más de 319 kg, según el catálogo). Como se pudo lo dejamos en pie,
pero aparentemente ya no arrancó (o cuando menos, el motociclista ya no
lo intentó) así que después de acompañar por un rato al colega, es él
quien nos invita a seguir pues la ayuda requerida ya está en camino.
Unos 40 0 50 kilómetros adelante, avisto un par de automovilistas
“luchando con una llanta”; me hacen señas y me detengo. Les presto mi
navaja multiherramientas con la cuál logran sacar los tapones de las
tuercas y cambiar su llanta. Continuamos porque Manzanillo todavía está
muy lejos.
La última escala de la autopista se dió en
la gasolinera “El burro del oro” ya casi en La Barca, ahí el café
caliente y algunos bocadillos mitigan un poco el frío y el cansancio
provocado en gran medida por el exceso de agua, no sólo la que cae de
las nubes sino la que llevamos cargando en la ropa (exterior e interior,
comprobamos que “no existe la ropa a prueba de agua”) y que nos hace
sentir un frío excesivo que se nota más al rodar (Una señora me dijo "... tanto frío que está haciendo y ustedes se andan mojando ..."). Salimos de la
autopista y nos encaminamos a Sahuayo para continuar por Jiquilpan (el
lugar natal de Don Lázaro Cárdenas)
y entre señalamientos y preguntas nos encontramos rodando hacia San
José de Gracia, donde una procesión nos deja de frente a la sierra del
tigre, maravillosa carretera con muchas curvas, como nos gustan.
Seguramente, están mejor secas sin la penumbra vespertina de una tarde
nublada.
Desde antes de pasar por Tamazula y entre el
tráfico de los camiones cañeros, nos sorprende la obscuridad y el rodar
de Armin se vuelve muy lento, en algun momento nos comenta que no ve
bien por lo que ya cansados llegamos a Tecalitlán, la tierra del famoso mariachi Vargas,
donde después de cargar combustible, decidimos dar por terminada la
jornada para no arriesgarnos a un accidente. Sin embargo, el Gunman
decide seguir hasta Manzanillo, por lo que le deseamos buen camino y me
dispongo a exprimir todo lo que llevo por que todo está escurriendo,
tanto lo puesto como lo guardado, hemos rodado todo el día con lluvia
sólo interrumpida a ratos por lloviznas.
Por fin, Manzanillo, Colima.
La
mañana del domingo 15, reviso que tanto se secaron mis ropas y tengo
que ponerme ropa mojada, pero a eso de las 9:00 AM, con un retraso
considerable. Aparece la ayudante del hotel quien ofrece la secadora de
ropa y hasta los guantes se van para regresar secos, en el interim de la
espera por la ropa desayunamos y arrecian en mi mente las canciones del
“mejor mariachi del mundo”, especialmente el “camino real de Colima” ya que hacia allá nos dirigimos.
Un tramo de la autopista a Manzanillo, entrando al Estado de Colima.
Tomamos
la carretera federal 110, sólo por unos cinco kilómetros para regresar
por la carretera 54 (que supongo es el antiguo camino real que se
menciona en el son del mariachi Vargas de Tecalitlán ... ¡Sí Señor!) e
ingresar a la autopista 54D con destino a Manzanillo. Lo más notable de
esta parte del trayecto es que, practicamente no llovió, y al autopista
tiene un buen tramo de curvas en el descenso de Colima hacia Manzanillo.
Al llegar a Manzanillo, aproximadamente a las 13:30, nos dirigimos a la
playa Boquita donde nos esperaba el resto de amigos, quienes habían
acampado en las afueras del domicilio del Lobosmile.
Ahí estaban:
Israel, Rexx, Nohe y Amigón de Chiautla; Danni y Marcos de Chilpancingo,
Ernesto (Damnatus) y el anfitrión Lobosmile. Lástima que sólo pude
convivir un momento con ellos, ya que a las 15:00 estaba tomando rumbo a
Guadalajara, para asegurar mi llegada a Puebla el 16 de marzo por la
tarde (aquí se cumple aquello de que si quieres llegar rápido tienes que
viajar sólo. Ni modo, los deberes me reclaman, es la desgracia de
quienes somos asalariados).
El puente Tepalcates II en el regreso de Manzanillo a Guadalajara.
Regreso por Guadalajara.
De
acuerdo a la información de Damnatus, esperaba hacer un viaje de 5
horas hasta la perla tapatía, por la autopista. Otra vez la lluvia intensa me acompañó desde la
caseta cercana a Ciudad Guzmán, pero pude observar algo que sólo había
imaginado desde hace mucho por los comentarios de un excompañero de
trabajo de quién he olvidado el nombre, la planta industrial de
Atenquique, sobreviviente a la obsolescencia de la tecnología papelera
mexicana (debe tener más de 50 años de antigüedad) y al declive en el
consumo del papel para escritura y de empaque (papel kraft). Las estelas
de vapor de sus evaporadores y digestores (y del humo de su chimenea de
la caldera de recuperación), me hicieron recordar mis inicios en la
industria de la celulosa y el papel. El ruido de la lluvia que arreciaba
me sacó de mis recuerdos y me acompañó hasta Guadalajara, donde para
seguir recordando me hospedé cerca de la plaza del Sol en un pequeño
hotel (Chapalita) donde nuevamente tuve que poner a secar mi ropa,
aunque esta vez la que venía en la maleta estaba resguardada por bolsas
de plástico, ¡Vaya! Al menos tuve ropa seca para cambiarme y salir a
cenar a “Las fabulosas papas”, donde una arrachera dentro de una papa al
horno me devolvió la energía gastada durante el día, claro que
acompañada de una buena cerveza.
Último tramo Guadalajara - Puebla
En
la mañana del 16 de marzo, me asomé por la ventana y vi que mi regreso a
Puebla otra vez tendría a la lluvia como acompañante. Empecé a rodar a
las 9:00 AM, saliendo hacia la autopista por la avenida Lázaro Cárdenas,
donde recién ingresado y habiendo visto en el camino a un motociclista
Harley, empezó la fiesta de Tláloc, supongo que muy divertida (para él).
Avisto una estación de gasolina y recargo para enfilar a Morelia. Llego
a la primera caseta (de un montón) y me alcanza un grupo Harley, con
quienes “compartiré” la ruta hasta zinapecuáro, donde me dejan comiendo
unos tacos en el Oxxo correspondiente. Antes de salir de Zinapécuaro,
todavía en el Oxxo, me alcanza otro grupo Harley, sólo que este es de
Puebla (MC Volcanos) y al despedirme me “animan” con la frase “vamos
detrás por lo que se te pueda ofrecer”, agradezco y tomo nuevamente la
carretera para no volverlos a ver, supongo que regresaron “despacio”.
Este último tramo de autopista, lo transito tan rápido como puedo (sin
arriesgar) ligeramente encima de los límites permitidos (a una velocidad
crucero de 125 a 135 km/h) y a las 17:00 estoy estacionando la Gladius,
en mi domicilio, dando por terminada la jornada.
La rodada a Manzanillo. Un poco más de 2000 km. |
Comentarios finales.
En
esta ocasión la rodada fue de aproximadamente 2000 km; con un estimado de 34 horas
sobre la moto, para una velocidad promedio de 59 km/h (aunque el tramo
Guadalajara – Puebla, 665 km en 8 horas, fue de 83 km/h en promedio),
tuve el privilegio de conocer a Marcos y su hijo Danni, a Damnatus y a
Lobosmile. Aún con los malos augurios iniciales, pude terminar el viaje
sin incidentes aunque muy mojado; pero nadie puede quitarme lo que he
disfrutado en esta rodada.
Gracias, nuevamente a
Armin Langlé y a The Gunman, al grupo de amigos de Chiautla (Rexx, quien
fue el animador permanente de esta rodada, Israel, Nohe, Amigón), un
gusto conocerlos Marcos y Danni, Damnatus y Lobosmile espero que no sea
la última. Y para quien haya llegado hasta aquí, mi agradecimiento por
su paciencia y comprensión.
¡A preparar la que sigue! ...
Tuve la oportunidad de seguir esta reunión gracias a las fotos que iban subiendo en Facebook.
ResponderBorrarConforme van publicando los relatos de dicho viaje compruebo que la pasaron muy bien a pesar de las lluvias que se dejaron sentir esos días. A la mayoría le toco su respectivo baño en el camino.
Tu viaje estuvo acompañado de varios incidentes al menos al inicio. Me da gusto saber que a pesar de ello pudiste seguir la ruta.
Te toco ayudar y ser ayudado lo mejor es que solo fueron contratiempos y nada de cuidado.
Me agradan mucho los links y datos historicos que mencionas en tus relatos. De esta forma puedo conocer un poco más de aquella zona del país donde aun no he tenido oportunidad de visitar.
Saludos desde la Ciudad de las Montañas
Hola Guardián.
BorrarUn verdadero honor el leer tus amables comentarios.
Posiblemente el único "pero" de la reunión es que la lejanía (la mayoría residimos en el centro) y el mal clima causaron poca asistencia a la reunión, falta ver si una propuesta en algún lugar céntrico (Aguascalientes o SLP) puede reunir a más colegas.
Definitivamente, la pasamos bien, aunque (como en mi caso) solamente hayan sido algunos minutos. Y aunque no se crea, la lluvia y el manejar mojados le agregó un "plus" a la rodada.
Ayudar o ser ayudado es parte de nuestras expectativas, como dices, lo mejor es que sólo fueron contratiempos.
Gracias por la mencion de los links. Creo que necesito volver a Monterrey donde se ha escrito una gran parte de nuestra historia. Cuando quieras eres bienvenido en esta parte de nuestro país.
Un abrazo y espero que volvamos a compartir el camino, antes de lo imaginado.
Veo la ruta y da frío y después me carcajeo, excelente profe con esos 2000 km hemos alimentado el "ego" que todos llevamos dentro ;) saludos y vamos por mas!!!!
ResponderBorrarAmigo Rexx.
BorrarCuando recuerdo el frio, la lluvia y los pormenores de la ruta, me propongo volver a hacerla, tal vez por la 200, para seguir alimentado el "ego".
Gracias por comentar.
Un abrazo
Es extraño como cada quien recuerda datos de un mismo tramo dependiendo lo que mas nos llamó la atención o se nos hizo mas interesante. Y eso es lo mas padre de todo porque a pesar de compartir la mitad de la ruta, hubo datos que ya no me acordaba!!!. Que bueno que pudo regresar a tiempo y sin contratiempos a su casa aunque al parecer la lluvia no le dio tregua.
ResponderBorrarFue una gran experiencia para todos y ojalá en otra ocasión podamos compartir camino (pero esta vez sin invitar a Tlaloc a la fiesta!).
Un saludo :)
Hola Armin.
BorrarUn gusto que te animes a comentar. Indudablemente, que cada quien va recolectando datos que, en caso de ser los mismos, tienen la óptica personal y como lo indicas, es lo más padre de rodar en grupo.
Definitivamente, la lluvia siguió acompañándome, pero al final creo que la acepté y la disfruté.
Me parece buena idea que para la próxima no invitemos a Tláloc porque es muy abusivo.
Un abrazo y nos vemos en la próxima.